Son finales de primavera y principios de verano. La gente sale a
las terrazas y se solaza con el cortado con hielo y el cigarro. Contaremos la
escena en la que se halla inmerso nuestro protagonista Joel Ezquerro; novelista
en ciernes, treintañero y sin oficio en la vida.
Contempla a una chica que está sentada dos mesas más
adelante con su madre. Su madre y la chica de nombres Carmela y doña Amanda
hablan de comprar un piso para Carmela y su novio, que no es Joel Ezquerro como
habrán podido comprobar. Mientras el calor arrecia al lado de la pareja madre e
hija está Pascual exguardia civil etílico que siempre se enciende un
habano, como es su costumbre, y al que Joel conoce por sus idas y venidas a la
terraza del bar de los chinos. Donde el con leche cuesta un euro veinte y el
cortado uno con diez. Pascual silba a las chicas con minifalda y hace
comentarios de lo que haría con ellas al hombre que está sentado a su lado . Un
hombre de mediana edad que ojea distraído las páginas deportivas del Heraldo.
En otra mesa un hombre ha dejado un bitter kas con un
poco de contenido en el interior del vaso.
En ese momento un viandante se dirige a pedirle papel
a Joel Ezquerro y a este le da un ataque epiléptico desparrama su cortado con
hielo y empieza con los espasmos y se abre la cabeza contra el suelo.
Pascual corre pero nada puede hacer Carmelita y doña Amanda
se ponen a gritar, la sangre recorre el pavimento, el hombre del periódico se
pregunta si es posible. Viene la ambulancia Joel está ya muerto.
II
Al día siguiente todos
comentan la muerte de Joel Ezquerro. Luis Felipe que así se llamaba el lector
del Heraldo le enseña la esquela a Pascual. Pascual coge su gorra la estrecha
junto a su pecho y reza un ave María.
Carmelita y doña Amanda y el novio de Carmelita han
visto el piso le cuentan a Rubén, el novio de Carmela, lo que paso ayer. Un hombre
se deja un poco de bitter kas en el interior del vaso-
Y Joel está solo y está muerto allá en el reino de
los cielos.
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